Nuevas evidencias / El planeta rojo no está muerto
Un hallazgo reaviva la posibilidad de que exista vida en Marte
Científicos de la NASA detectaron metano, que podría tener origen biológico o geológico
Viernes 16 de enero de 2009 Publicado en edición impresa
Nora Bär LA NACION
El 90% del gas metano que existe en la Tierra es producto de la actividad biológica. Proviene de microorganismos unicelulares, de la digestión del ganado y de materia orgánica en descomposición, como las hojas muertas.
Hoy, en un trabajo que se publica en Science , investigadores del Laboratorio de Sistemas Planetarios de la NASA anuncian haber detectado grandes cantidades metano... en Marte. La pregunta obvia es: ¿de dónde viene?
"Podría tener origen biológico o geológico -contesta el joven físico argentino Gerónimo Villanueva, uno de los autores del estudio, que por primera vez aporta pruebas definitivas de la existencia de metano en la atmósfera marciana-. Es un signo de actividad, pero no podemos decir de qué tipo. Se lo considera un indicador de actividad biológica, pero también podría provenir de actividad volcánica, de la oxidación del hierro, de hielos, de reservorios subterráneos que quedan al descubierto por avalanchas, o podría haber sido producido en otras épocas geológicas y estar liberándose ahora..."
Lo que durante siete años terrestres (equivalentes a tres años marcianos) midieron los científicos son grandes "plumas" del gas originadas durante el verano. Curiosamente, en tres regiones muy bien determinadas del hemisferio Norte del planeta. La más grande de estas emisiones llegó a contener 19.000 toneladas.
"Usamos espectrómetros en el infrarrojo para determinar varias líneas espectrales del gas -explica Villanueva-. Trabajamos en dos grandes telescopios de Hawai, el Keck y el telescopio infrarrojo (Infrared Telescope Facility), y el Gemini. Pudimos medir las estaciones del año marciano y ver cómo variaban las concentraciones de metano a lo largo del tiempo."
El espectrómetro divide la luz en los colores que la componen del mismo modo en que un prisma separa la luz blanca en los del arco iris. Las líneas en el espectro del gas aparecen por la absorción de radiación y son algo así como su "firma" característica.
Uno de los misterios que más llamaron la atención de los científicos es que la cantidad de metano cambia más rápido de lo que se pensaba.
"No debería estar en Marte porque se oxida muy rápido -dice Villanueva-. Se transforma en agua y en dióxido de carbono. Inicialmente se creía que tenía una vida de 300 años que, en escalas geológicas, son apenas segundos. Pero ahora creemos que el tiempo real de vida es más corto, tal vez de un año. De modo que algo lo está destruyendo. Podría ser el polvo marciano..."
El metano está compuesto por cuatro átomos de hidrógeno unidos a un átomo de carbono y sus moléculas son desintegradas por la luz solar. Pero esta rápida destrucción en la atmósfera del planeta rojo también sugiere que algún proceso actual lo estaría liberando. Aunque se creía que Marte estaba geológica y biológicamente muerto, el planeta rojo todavía está vivo.
El descubrimiento fue confirmado por Vittorio Formisano, del Instituto de Física del Espacio Interplanetario de Roma, a partir de datos obtenidos por un instrumento que viaja a bordo de la sonda Mars Express, que orbita Marte.
Según un comunicado distribuido por la NASA, si efectivamente el gas está siendo producido por formas microscópicas de vida, éstas probablemente se encuentren a gran profundidad, donde existe la termperatura necesaria para que pueda haber agua líquida, requisito insoslayable para todas las formas de vida, al menos las conocidas.
Para la gran mayoría de los científicos, a pesar de las pruebas que aporta este nuevo trabajo, la existencia de vida en Marte sigue siendo materia de discusión. Pero para un grupo del Centro de Investigaciones Neurobiológicas del Ministerio de Salud de la Nación, la controversia ya está saldada.
Según los doctores Mario Crocco y Mariela Szirko, la detección de metano no hace más que confirmar esta hipótesis. "En 1976, las señales que enviaron nueve experimentos de la misión Viking delataron actividad metabólica -afirma Crocco-, aunque en ese momento se afirmó que provenían de fuentes abiológicas. Para nosotros esas señales pasaron a constituir el primer espécimen [holotipo] de un ser vivo extraterrestre."
Crocco hasta le asignó una nomenclatura: Gillevinia straata , en honor a Gilbert Levin, el científico encargado de los experimentos de la nave Viking y apasionado defensor de la vida marciana. También afirma haber calculado que la cantidad de agua líquida presente en Marte alcanzaría para mantener la actividad biológica de los microbios terrestres menos exigentes.
Claro que, más allá de sus argumentos, Levin, Crocco y Szirko son todavía francotiradores en el campo de la exobiología. El tiempo les dará -o no- la razón.
Hoy, en un trabajo que se publica en Science , investigadores del Laboratorio de Sistemas Planetarios de la NASA anuncian haber detectado grandes cantidades metano... en Marte. La pregunta obvia es: ¿de dónde viene?
"Podría tener origen biológico o geológico -contesta el joven físico argentino Gerónimo Villanueva, uno de los autores del estudio, que por primera vez aporta pruebas definitivas de la existencia de metano en la atmósfera marciana-. Es un signo de actividad, pero no podemos decir de qué tipo. Se lo considera un indicador de actividad biológica, pero también podría provenir de actividad volcánica, de la oxidación del hierro, de hielos, de reservorios subterráneos que quedan al descubierto por avalanchas, o podría haber sido producido en otras épocas geológicas y estar liberándose ahora..."
Lo que durante siete años terrestres (equivalentes a tres años marcianos) midieron los científicos son grandes "plumas" del gas originadas durante el verano. Curiosamente, en tres regiones muy bien determinadas del hemisferio Norte del planeta. La más grande de estas emisiones llegó a contener 19.000 toneladas.
"Usamos espectrómetros en el infrarrojo para determinar varias líneas espectrales del gas -explica Villanueva-. Trabajamos en dos grandes telescopios de Hawai, el Keck y el telescopio infrarrojo (Infrared Telescope Facility), y el Gemini. Pudimos medir las estaciones del año marciano y ver cómo variaban las concentraciones de metano a lo largo del tiempo."
El espectrómetro divide la luz en los colores que la componen del mismo modo en que un prisma separa la luz blanca en los del arco iris. Las líneas en el espectro del gas aparecen por la absorción de radiación y son algo así como su "firma" característica.
Uno de los misterios que más llamaron la atención de los científicos es que la cantidad de metano cambia más rápido de lo que se pensaba.
"No debería estar en Marte porque se oxida muy rápido -dice Villanueva-. Se transforma en agua y en dióxido de carbono. Inicialmente se creía que tenía una vida de 300 años que, en escalas geológicas, son apenas segundos. Pero ahora creemos que el tiempo real de vida es más corto, tal vez de un año. De modo que algo lo está destruyendo. Podría ser el polvo marciano..."
El metano está compuesto por cuatro átomos de hidrógeno unidos a un átomo de carbono y sus moléculas son desintegradas por la luz solar. Pero esta rápida destrucción en la atmósfera del planeta rojo también sugiere que algún proceso actual lo estaría liberando. Aunque se creía que Marte estaba geológica y biológicamente muerto, el planeta rojo todavía está vivo.
El descubrimiento fue confirmado por Vittorio Formisano, del Instituto de Física del Espacio Interplanetario de Roma, a partir de datos obtenidos por un instrumento que viaja a bordo de la sonda Mars Express, que orbita Marte.
Según un comunicado distribuido por la NASA, si efectivamente el gas está siendo producido por formas microscópicas de vida, éstas probablemente se encuentren a gran profundidad, donde existe la termperatura necesaria para que pueda haber agua líquida, requisito insoslayable para todas las formas de vida, al menos las conocidas.
Para la gran mayoría de los científicos, a pesar de las pruebas que aporta este nuevo trabajo, la existencia de vida en Marte sigue siendo materia de discusión. Pero para un grupo del Centro de Investigaciones Neurobiológicas del Ministerio de Salud de la Nación, la controversia ya está saldada.
Según los doctores Mario Crocco y Mariela Szirko, la detección de metano no hace más que confirmar esta hipótesis. "En 1976, las señales que enviaron nueve experimentos de la misión Viking delataron actividad metabólica -afirma Crocco-, aunque en ese momento se afirmó que provenían de fuentes abiológicas. Para nosotros esas señales pasaron a constituir el primer espécimen [holotipo] de un ser vivo extraterrestre."
Crocco hasta le asignó una nomenclatura: Gillevinia straata , en honor a Gilbert Levin, el científico encargado de los experimentos de la nave Viking y apasionado defensor de la vida marciana. También afirma haber calculado que la cantidad de agua líquida presente en Marte alcanzaría para mantener la actividad biológica de los microbios terrestres menos exigentes.
Claro que, más allá de sus argumentos, Levin, Crocco y Szirko son todavía francotiradores en el campo de la exobiología. El tiempo les dará -o no- la razón.